INJERTO DEL PISTACHO EN CAMPO

El injerto del pistacho en campo es una técnica  con el propósito de reunir las ventajas que aporta el sistema radicular, como adaptabilidad y resistencias a plagas o enfermedades y las que aporta la parte aérea de la otra, como la obtención de los frutos que deseamos. Conseguida esta unión, ambas partes se desarrollarán como una sola a la que llamaremos pistachero.

Mucho se ha desprestigiado esta técnica por parte de empresas que venden planta injertada, alegando que la planta injertada reúne unas condiciones mucho más favorables que la planta injertada en campo. Nos venden que vamos a comenzar a recoger producción desde el tercer año, pero… ¿cuánta producción?, ¿qué calidad tendrá el fruto?, ¿cómo afecta al árbol en la siguiente campaña? Sí, homogeneización de la plantación desde el momento de plantación, pero hay datos muy importantes que no nos cuentan en diferencia con el injerto en campo:

Cada uno puede hacer lo que quiera con su dinero, pero que sepamos las consecuencias, no se puede desprestigiar una técnica por querer vender planta con un precio desorbitado, no somos tontos y la realidad es lo detallado más arriba.

El injerto en campo desde que se comenzó con el pistacho ha mejorado muchísimo, ya no solo nuestro equipo que puede estar de media en el 97% de prendimiento, sino muchos equipos de empresas que se dedican al injerto en campo la cantidad de prendimientos se asemejan muchísimo.

Hemos comprendido que el portainjerto debe encontrarse en las mejores condiciones fisiológicas, buen abonado y sin hierba ya nos permitirá llegar al verano con una gran actividad de savia.

El material vegetal (la yema del pistacho) debe ser cortado y consumido en el mismo día y conservarlo en las mejores condiciones. Si la persona encargada de realizar el injerto tiene experiencia y causa la menor herida posible a la planta, el éxito del prendimiento está asegurado.

Os dejamos con un vídeo explicativo del resultado en una plantación de injerto en campo.